Espero que cuando escriba estas humildes letras, lo peor haya pasado, Brahim. Un día decidiste ir en una marcha contra el muro que divide tu país, que te impide disfrutar de él y de tu familia. Que te impide ver el mar. Al principio, todo fue muy emocionante, unas 2.500 personas, no sólo saharauis, también españolas y de otros lugares, comenzó la marcha. Acercándose poco a poco al muro, con las banderas en alto.
Estabas muy cerca, y de pronto, como muchos a tu alrededor, no pudiste evitarlo. Estabas tan cerca el muro, que podías echarlo abajo con tus propias manos. Ese muro te obliga a vivir en un pedazo de tierra que no tiene nada más que arena, piedras, un calor infernal, y la suerte de poder salir un par de veces en tu infancia a otro país a pasar las vacaciones. Y conocer el mundo.
Por fin, delante de tí, estaba esa asquerosa frontera entre la vida y la nada que es vivir en los campamentos. Por fin, podías arrancar con tus manos esas alambradas que te impiden tener futuro. Por fin.
Y de repente, un estruendo, se nubla la vista, y vuelve el dolor. Y digo que vuelve, porque ese dolor siempre estuvo ahí. Te duele la pierna, una pierna que ha desaparecido. Tú has perdido la pierna, pero no eres el único que ha perdido algo en estas latitudes.
Tus padres, vecinos y demás habitantes del exilio saharaui también perdieron algo. Piernas, manos, ojos, al padre, a una hermana, a toda la familia, a uno mismo, tu casa. El pueblo saharaui ha perdido mucho en este conflicto. Esa es la cruda realidad. Pero no son los únicos.
También todos los demás han perdido algo. La decencia, la moral, el decoro, el sentido de la justicia, de la verdad... ¿Qué hacen todos los responsables directos de esta situación? El gobierno de España, el gobierno de Marruecos, las Naciones Unidas, la Unión Europea... y otros tantos más. Permitir que un joven de 16 años pierda una pierna porque un ejército plante más de 4 millones de minas en un territorio que no es el suyo... Valientes organizaciones internacionales, que dejan aquí, en el Sahara Occidental, y en otros muchos lugares olvidados, se produzcan semejantes fechorías...
Lo que más pena me da es que para oír hablar de tu tierra en los titulares, tengas que perder una pierna. Vaya mundo que te estamos dejando, Brahim. De nada sirve denunciar lo que le ocurre a tu gente. En las zonas ocupadas, las torturas y violaciones están a la orden del día. Hay presos políticos saharauis en huelga de hambre, hay unos campamentos de refugiados donde tres generaciones de seres humanos se tienen que inventar lo imposible para seguir adelante en una miseria impuesta por una guerra... Pero eso no contó ayer. Sólo tu pierna. El enemigo de tu pueblo ha dicho que han sido "actos provocadores irresponsables" en un sector del Sáhara Occidental, al que califica de "zona militar prohibida".
"Unas 1.400 personas, entre los cuales había extranjeros, armadas y manejadas por el Polisario, entraron en la zona prohibida cerca de Mahbes, en violación flagrante de los acuerdos militares firmados bajo los auspicios de Naciones Unidas", indicó el Ministerio marroquí del Interior en un comunicado.
Esto si que es perder el norte, señor redactor del Ministerio de Interior marroquí. Así que perder una pierna por la libertad de tu tierra y de tu gente es un acto provocador e irresponsable. ¿Y qué es entonces ocupar una tierra que no le pertenece?¿Y matar, asesinar, torturar, violar y Dios sabe qué más? Todos esperamos una definición por su parte de estos hechos.Pero Brahim, todos sabemos una cosa. Las locuras de la juventud, son más verdaderas que todo lo que se pueda redactar en cualquier despacho del mundo. Tú soñaste con tu tierra libre, y viste que podías hacerlo. Eso te hace digno de tu sentimiento. Luchaste por aquello que creíste justo. El problema de la juventud es que a veces no se reflexiona en las posibles consecuencias. Pero así es como se llegó lejos en la historia del hombre, soñando y viendo que un sueño puede ser realidad algún día.
TITULARES:
Saharauis y españoles protestan frente al muro militar marroquí
2 comentarios:
toda nuestra solidaridad para brahim y su familia, así como para el otro joven.
Un post emocionante, y me gustaría saber si lo puedo publicar en nuestro blog, citando la procedencia.
Un abrazo solidario.
Por supuesto que podéis publicarlo. Un cordial saludo
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