"Gracias a la mujer saharaui hay vida en los campamentos, aunque sea difícil"
El festival concluye hoy con el pase fuera de concurso de Wilaya
Pedro Pérez-Rosado dirige este largometraje rodado en los campos de refugiados
Foto: R. Plaza |
Donostia. No es la primera vez que Pedro Pérez-Rosado aborda la cuestión saharaui. Entre otros documentales y películas ha dirigido Sáhara: un pueblo y Cuentos de la guerra saharaui. Esta tarde clausurará la décima edición del Festival de Cine y Derechos Humanos con Wilaya (2011), que se proyectará fuera de concurso en el Victoria Eugenia a las 20.00 horas.
Desde el inicio, tanto el realizador como el productor de
Wanda Films, José María Morales, vieron claro que el largometraje sería
una ficción y "un acercamiento muy diferente a la simple denuncia", ya
que expone la forma de vida, los sentimientos y el concepto de familia
de los saharauis. Rodada en los campamentos de refugiados de Tinduf
(Argelia), que alberga en el desierto a unos 150.000 exiliados, la
película cuenta el retorno de la joven Fatimetu a la wilaya
(asentamiento) de Smara. Tras vivir 16 años con su familia adoptiva en
España, regresa por unos días para asistir al entierro de su madre
biológica. Su estancia, sin embargo, se prolongará más de lo que ella
cree, porque al heredar la jaima familiar, se ve obligada a encargarse
del cuidado de su hermana Hayat, aquejada de una discapacidad física.
actores no profesionales Wandavisión estrenará en mayo esta cinta y también el documental Hijos de las nubes,
de Álvaro Longoria, proyectado esta misma semana en Donostia y que
funciona "como un complemento para entender de forma más global la
situación del pueblo saharaui", según dijo Morales, que recordó que
ambas han pasado por la Berlinale y el Festival de Málaga. Si Hijos de las nubes recurre a Javier Bardem para hacer visible una situación que dura ya 37 años, Wilaya emplea
como protagonistas a actores saharuis no profesionales. La
protagonista, Nadhira Mohamed, reside en Madrid y fue reclutada por
Pérez-Rosado por su carisma. Memona Mohamed vive en Tinduf pero, como su
personaje en la película, pasó tres años en España para ser operada de
las piernas. Por su papel recibió el pasado año el premio a la mejor
intérprete en el festival de Abu Dhabi, aunque ayer en Donostia se
apresuró a recordar algo: "No somos actrices, intentamos aportar lo
mejor a la causa saharaui a través del cine". De modo similar se expresó
otra de las intérpretes, Aziza Brahim, que además se ha ocupado de la
banda sonora de la película y exigió que se respeten los derechos de su
pueblo.
"Todo pueblo con cultura propia tiene derecho a la
autodeterminación y a la independencia", opinó el director, para quien
la causa saharaui goza del apoyo de la ciudadanía en general, pero
siempre choca con la indiferencia de los estados. Wilaya se
proyectará también en el inminente Fisahara, el festival organizado por
España y que se celebra en los campamentos argelinos. A juicio de
Pérez-Rosado, la película es "políticamente incorrecta" en la imagen
moderna que ofrece de la mujer y, por eso, tal vez guste más allí a los
jóvenes que a los mayores.
Tanto Aziza como Memona destacaron el papel de las mujeres,
que desde el inicio de la ocupación marroquí en 1975 han sido el motor
de la sociedad saharui y gozan "de una libertad absoluta con respecto a
otras mujeres del mundo árabe". "La saharaui es una mujer valiente que
no se deja dominar, gracias a ella se ha construido un estado en el
exilio, ellas levantaron los campamentos mientras los hombres estaban en
la guerra. Gracias a la mujer hay vida allí, aunque sea difícil",
subrayó la actriz, vestida con la tradicional melfa. "Nadie nos
obliga a llevar esta túnica, la usamos porque para nosotras es el único
símbolo que nos identifica como saharauis ya que no tenemos pasaporte
propio", concluyó Memona Mohamed.
Ver noticia en : Diario Vasco
Pedro Pérez Rosado, Memona Mohamed, Aziza Brahim y José María Morales en Donosti .Foto: Lobo |
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